Navarra ha llegado a ser pionera como región de energías renovables, y con razón. El 5% del PIB de Navarra en el año 2007 se generó por las energías renovables, comparando al 2,6% en España. En la actualidad, hay alrededor de 80 empresas instaladas en Navarra dedicadas al sector de las energías renovables. Gracias ha estas nuevas centrales entre los años 2002 y 2008, se ha pasado de 1.500 a casi 5.000 trabajadores en el sector de las energías renovables, suponiendo el 1,6% de la población activa de la región. El desarrollo del sector productivo en torno a las energías renovables también presenta una oportunidad de vertebración interna del territorio de Navarra, mediante la inversión en las zonas rurales, generando empleos de ámbito local . Además, el gobierno de Navarra está promoviendo la creación de centros «neurálgicos» o clusters de energía renovable, no sólo en la cuenca de Pamplona , sino también en núcleos en el ámbito rural, como el polígono en la Venta de Judas, donde se está construyendo una planta de Acciona para la fabricación de palas de aerogeneradores, y el Laboratorio de Ensayos de Aerogeneradores del CENER en Sangüesa. En esta bella provincia podemos encontrar una gran cantidad de centrales eólicas, ya que es pionera y una de las más avanzadas a nivel mundial en la producción de energías renovables, debido a que contamos con más de 41 centrales eólicas con 1.164 turbinas que proporcionan alrededor de 975 MW. Navarra además tiene la suerte de contar con las principales empresas energéticas eólicas a nivel mundial como Siemens Gamesa, Acciona Energía, Ingeteam… La energía eólica es la que se obtiene a partir de la fuerza del viento y debe su nombre al dios griego del viento, Eolo, esta energía ha sido usada desde la antigüedad: molinos, barcos de vela... Es una fuente de energía renovable y limpia, aunque limitada a la disponibilidad de vientos adecuados en la zona en que se sitúe el aerogenerador debido a que es necesaria la presencia de vientos fuertes y de bajos niveles de turbulencias. Los aerogeneradores permiten utilizar la energía cinética del viento para mover directamente una maquinaria (molinos antiguos) o para generar energía eléctrica a través del movimiento de unas hélices que provocan una diferencia de carga en un generador lo produce corriente continua, esta se lleva hasta unos transformadores para convertirla en corriente alterna y de ahí a una subestación transformadora donde se le eleva la tensión para poder transportarla. En Navarra podemos diferenciar diferentes zonas en cuanto a la instalación de centrales eólicas: La Ribera del Ebro: Gracias a que en esta zona se presentan unos factores medio ambientales perfectos para estas instalaciones debido a que el viento tiene una gran potencia y velocidad, proporcionando una potencia de alrededor de 90W/m2. Destacan las zonas altas de Aguilar de Codés, Bardenas-El Yugo o Bardenas-Loma Negra. La Navarra Media: En esta zona hay valores muy elevados con más de 600W/m2 en las crestas de las sierras Perdón, Alaiz y Ujué, y bastante más bajos en los valles más cerrados. Las Cuencas Prepirenaicas: En general con valores más bajos, entre 50 y 120 W/m2 según zonas. El Nordeste y los Pirineos: En general esta es la zona con menor recurso eólico de Navarra, aunque podemos destacar los valores de las cimas Gorramendi y Aralar. La energía solar en Navarra se encuentra en una fase de desarrollo más incipiente que la energía eólica. Esto es debido al elevado coste de producción de las instalaciones solares en comparación con la energía que producen. Sin embargo en el 2008 Navarra empezó a incrementar la financiación a este tipo de centrales energéticas consiguiendo una potencia instalada de 156 MW a finales de ese mismo año. La energía solar consiste en el aprovechamiento de los rayos del sol mediante paneles o placas solares que se instalan en grandes terrenos, estos paneles o placas están formados por módulos y estos, a su vez, por células fotovoltaicas. Estas células fotovoltaicas además están formadas por varias láminas de material semiconductor que están recubiertas por un vidrio transparente que deja pasar la radiación solar y minimiza las pérdidas de calor. Estas células se fabrican con silicio lo que provoca que sea bastante cara de producir. La energía solar en Navarra se ve beneficiada sobre todo en la zona media y baja debido a la gran cantidad de luz solar que hay, en donde la irradiación solar anual es de unos 1600 kW/m2. Por tanto, el foco de la producción de la energía solar en Navarra está localizado en la Ribera. En Navarra destacan empresas como FOTONA (Energías Fotovoltaicas de Navarra S.L.), Parques Solares de Navarra o Alba Renova S.l. entre otras. Al igual que en el caso de los parques eólicos, la ubicación de las huertas solares debe tener en consideración la normativa aplicable relativa a zonas protegidas o de gran riqueza natural. En una entrevista del confidencial, Patxi Guembe que trabaja en ISF, una empresa local especializada en instalaciones fotovoltaicas, dijo que empezaron con una estructura mínima de placas solares y ahora están recibiendo cada vez más encargos de autoconsumo. “Este año lo tenemos casi cubierto”, aseguraba. Entre sus proyectos destaca el de la Biblioteca y Filmoteca Pública de Navarra, que tiene 246 paneles fotovoltaicos con una potencia de 51,66 kW. Iñaki Arano, uno de sus clientes, explica cómo funciona su instalación de 3.3 kW con baterías y sistema antivertido: “No inyecto nada a la red. Sólo generamos lo que necesitamos en casa, y si en algún momento los paneles pueden generar más, se almacena en las baterías y ya está”. Navarra es una comunidad con un potencial hidráulico importante, estimado en 10.335 Hm3 de agua en circulación anual por los ríos, y quizás esta circunstancia favoreció la creación de centrales de pequeño tamaño, al menos durante la primera mitad del siglo XX. La creciente demanda de la industria y de los núcleos urbanos requirió una mayor producción y, sobre todo, que fuera más estable, no sometida a las variables meteorológicas. La energía hidráulica es un sector tradicional entre las energías renovables que de alguna manera no tiene tanta presencia en Navarra como en otras comunidades españolas. Las centrales hidroeléctricas aprovechan la energía potencial del agua embalsada en una presa situada a mayor altura que la central. Los embalses de Navarra tienen una capacidad notable: Yesa (115 MW) nunca se ha aprovechado para producir electricidad, Alloz (8,5 MW) y Eugui (2,6 MW). Con la construcción del Canal de Navarra, se han incorporado otros aprovechamientos hidroeléctricos, en particular en el embalse de Itoiz con dos centrales: una de pie de presa, de 28,4 MW, y otra que se construirá al inicio del Canal de Navarra, de 20 MW. Además, existen muchas minicentrales hidroeléctricas que aprovechan la corriente fluyente de los ríos, con una potencia instalada inferior a 10 MW. Hoy en día, en la Comunidad Foral hay 111 instalaciones con una potencia de 57 MW abasteciendo el 5,5 % de la producción eléctrica en régimen especial de Navarra. La energía hidroeléctrica es aquella que se genera al transformar la fuerza del agua en energía eléctrica. Para aprovechar dicha fuerza, se construyen grandes infraestructuras hidráulicas capaces de extraer el máximo potencial de este recurso renovable, libre de emisiones y autóctono. Aunque es habitual escuchar los términos embalse, presa y central de forma indistinta, lo cierto es que cada uno de ellos hace referencia a una realidad diferente que de forma sencilla se podría identificar de la siguiente manera:A lo largo de esta travesía por el camino de Santiago que atraviesa la comunidad Foral de Navarra podemos encontrar diversos tipos de centrales energéticas que utilizan los factores que les ofrece el terreno Navarro para crear energías renovables como la eólica, solar, hidráulica y biomasa. Gracias a esto Navarra es una de las grandes pioneras en la producción de energías renovables consiguiendo ser una de las mayores potencias a nivel mundial.
Energía eólica
Energía solar fotovoltaica
Energía hidráulica
Energía de la biomasa
ENERGÍAS RENOVABLES DE NAVARRA
La biomasa comprende una gama amplia de productos y materias primas renovables (girasol, colza, madera, paja) que se utilizan como fuentes energéticas para diversos usos: como biodiésel, para la calefacción de edificios, o como combustible en centrales eléctricas.
En Navarra existen dos centrales importantes en la producción de este combustible, la central térmica de Sangüesa y la fábrica de biodiesel de Caparroso. La central térmica de Sangüesa utiliza la biomasa, principalmente la paja, para la generación de electricidad, con una capacidad de 25 MW, generando 200 GWh por año. La fábrica de biodiésel de Caparroso está procesando diversos tipos de aceite (girasol, colza), produciendo hasta 70.000 toneladas de biodiesel al año.
El principal problema que tiene este tipo de centrales energéticas es la falta de producción de los combustibles que aseguran una producción permanente en las centrales. Además, la sostenibilidad de los biocombustibles actuales está en cuestión, por su elevado consumo de tierra y agua y su baja rentabilidad energética.
Frente a esta situación se está promoviendo la transición hacia biocombustibles de segunda generación, generados a partir de la celulosa de productos vegetales, en vez del aceite natural. Se espera que este proceso tenga un rendimiento energético mayor, con lo que se necesitaría una menor superficie para producir la misma cantidad de energía. Además, la producción de biocombustibles ya no se basaría en productos alimenticios, sino en otras fuentes vegetales como la madera.
En Aoiz se ha puesto en funcionamiento una planta piloto de biocombustibles de segunda generación y una central de biomasa de mayor tamaño se encuentra en fase de proyecto, cuya ubicación está por decidir.
Fuentes:
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